Monday, February 19, 2007

La divina proporción.

Revolviendo entre mis cosas he encontrado "O Pobo da Noite", una antología poética de Manuel Rivas. El amigo Manuel siempre me reconcilia con el idioma, con el gallego, que tanto me cuesta normalmente, que tan extraño me resulta a pesar de que quizás, en otro mundo, en otro orden de cosas, hubiese sido mi lengua materna. Pero cuando leo a este fulano, cuando lo contemplo acariciar las palabras como el arrullo del viento entre las cañas, siento realmente el eco de la tradición, del sitio al que pertenezco. La contraportada reza así:

"O escritor é escritor en canto escribe. Se non escribe non é escritor. Un labrador é un labrador en canto cultiva a terra. O escritor, como o labrador, é un supervivinte. O escritor e o labrador comparten uns cantos segredos. Un mundo divídese entre os que plantan o maínzo e os que o pisan. O silencio da terra, o papel en branco, pon a proba a quen vale e a quen non. o escritor e o labrador saben que no paraíso haberá que traballar. Para o escritor e o labrador, ao cabo, a vida consiste en ter un cacho de terra onde poder cavar polo menos dous metros de melancolía. Hai outra cousa que asemella o escritor e o labrador. Os dous son amigos do carpinteiro. E o carpinteiro coñece o segredo da Sección Áurea. A proporción entre segmentos"
la sección áurea, número de oro, número dorado, razón áurea, razón dorada, media áurea, divina proporción. El número Fi, la proporción entre segmentos presente en los templos clásicos, en el rostro de la Gioconda, en el hombre de vitruvio, en Mozart, en Schubert, en Debussy. En las mágicas obras de los maestros constructores mediavales, en las grandes catedrales.
Presente en la proporción sexual en las colonias de abejas, en la concha del alegre caracol, en las hojas, en los tallos, en todas las flores, en todas. En la relación entre tu altura y tu ombligo (mmm, en su divino ombligo...). El secreto de la madre tierra, de la creación, arrancado por Fidias de entre todos sus misterios; Fidias, aquel escultor igual a Prometeo, nos trajo el fuego secreto de la armonía, de lo bello. En realidad, no fue un descubrimiento de este, de hecho se conocía el número áureo desde hacía mucho tiempo. Sin embargo éste se hizo popular aplicándolo a su obra, y asi en su honor fue llamado número Fi.
Soy demasiado torpe para entender la fórmula del número, pero quizás por eso mismo siento esta atraccíon cabalística...casi prefiero que no me lo expliquen, y disfrutar del enigma.
Me pregunto si Walter sabrá acerca del tema. Me pregunto si él guarda los secretos del carpintero. Pero en cualquier caso, ¿no es en el fondo el shaper un poco eso?. ¿No atesora igualmente los enigmas del fluir sobre el mar?. La transición perfecta del outline, la misteriosa influencia de un cóncavo que apenas vemos. La tabla mágica. Cuando bajas, cuando apoyas tu mano en la pared, y subes, y bajas otra vez, y sientes que hay un todo entre tus hombros, tus dedos, tus pies y una plancha de poliuretano, cuando luego sonríes y sientes el latir del mundo, ¿está Fidias allí, a tu lado?

2 comments:

iago said...

que guapo tío.

sabes donde hay una proporción aurea aqui en ponetvedra?... el edificio de la diputación provincial, en la alameda. sus fachadas están en proporción aurea.

yo creo que no hay tal enigma. es la proporción del orden y el orden solo puede tener una proporción (sino sería caos) y da la puta casualidad que es la proporción de la belleza.

habrá que pedirle a Walter que nos haga unas tablas de proporciones aureas, a ver que pasa.

Alex said...

ya, supongo que mas que enigma lo que ai s un exceso d libros d caballerias x mi parte...que no se puede ver tantas veces el señor d los anillos sin que t afecte,ejeje...pues a ver si me quedo con lo d la diputación cuando pase x alli!