"Bueno, no puede ser". Miraba al agua incrédulo. No era posible; despues de litros y litros de tinta sobre un pico saturado, saltadas cuchillo en malo y un sin fin de malos rollos aquello, definitivamente, debía ser producto de mi imaginación. Al fin y al cabo eran las cinco de la tarde y todavía estaba sin comer. Y tampoco he destacado nunca por mi salud mental, vaya.
Me encamino por fin al coche, dispuesto a dejar de fumar según que cosas. Entonces los sentí. Notè aquellos ojos grandes de rumiante clavados en mi cogote.
La miro, me mira. Sonrío; y que me lleven los demonios si ella no lo hizo también.
Una vaca para un gallego siempre es más que una vaca. Por lo menos para uno que ha crecído escuchando desbarrar a Antón Reixa. "No puede ser casualidad. Es una señal". Me golpeo como castigo la frente; se me va mucho, se me va...cada día doy gracias por no haber nacido en la década del ácido.
Diez de la mañana. He acabado de espabilar con el café y el pincho de tortilla, que nunca está de más. Pienso en que hacer. Es lo bueno y lo malo de ser un hombre ocioso: mucho tiempo para pensar. He pasado por Oriñon, por Getxo y Sopelana (La Salvaje: si, en Euskadi también tienen remontadas de esas que dan ganas de llorar). Nada me convence. Además, aunque hace solete el día esta frío, y mi cuerpo me dice que hasta dentro de un rato se niega a ponerse a remojar.La Salvaje: si, en Euskadi también tienen remontadas de esas que dan ganas de llorar
"Hoy debería estar mejor...pero estará petado" Pienso en las tres o cuatro playas conocidas en las que me he echado. Da igual como rompan, o incluso que no lo hagan: siempre una legión de giris y saltadas, y saltadas y más. Pero bueno, me gusta pasear.La veo desde el coche: un metrito justo, pocas veces algo más, algunas algo menos. Pero rompe. Aparco. Mi amiga cuadrúpeda me guiña un ojo y miro con detenimiento al mar. Todavía esta muy llena, pero comienza a funcionar. Una persona en el agua. Otra apunto de entrar. Pregunto a un paisano por donde llega la gente al pico, extiendo parafa, me enfundo el traje, escarpines que está fría y a remar, a remar!
A pasado media hora, quizás algo más. No pillo nada..Que pasa, que pasa! ¿Acaso tiene truco? mmm, puede ser; ¿de verdad soy tan malo? por supuesto chico, no hace falta preguntar!
En fin, estoy aqui, que no allá, así que a capear el temporal.
También hay sorpresa buena, una de arena y una de cal. Los locales no sólo no son grotescas criaturas con afiladas uñas y tres cabezas; al contrario. Majos a no poder más.
LLega la primera. No pega sifonazos y tampoco será portada de una revista hoy (ni por ella ni por mi), pero tira, y tira y tira...os juro que en cierto momento se me pasó por la cabeza algo así como "dios mio, dios mio, cuando va a acabar.
Cuatro horas de baño. Es verdad que no es un día épico, pero tengo hecho muchos más kilometros por mucho menos. Cuatro horas donde, cuando más hemos sido ocho en el agua.
Quizás el día perfecto, el de tubazos y dos metros, se cuenten ochenta personas. Pero puede que ese baño todavía (quizas nunca, dada mi torpeza y avanzada edad :P) no sea para mi.
Pos eso payos, primer baño en Mundaka!